jueves, marzo 30, 2006

Escribir

Me gusta escribir. Y es raro decirlo, pues nunca escribí antes como lo intento hacer ahora. Antes siempre leí, a veces compulsiva, pertinaz, casi patológicamente, pero escribir era algo extraño, de otra dimensión, estaba fuera de mi foco diario.

Pero un día, en una ocasión de esas que ocurren sin un motivo determinado, pero que descubres fue detonada por eso que llamamos casualidad, simplemente me largué a escribir. Y me gustó, no por el resultado, sino por el proceso, el proceso de intentar dar coherencias a ideas que luchan unas con otras por ser expresadas sin ton ni son.

Escribir tiene algo terapéutico, es un desafío, un reto a ver si eres capaz de articular un todo comprensible, sensible, entre la maraña de maleza que uno suele tener en el cerebro. También es libertario, es saltar del séptimo piso a la piscina, como Charly en Mendoza, sin un objetivo claro, simplemente por ver si uno es capaz de hacerlo.

Quien lee claro, no piensa así probablemente, simplemente espera entender, sentir algo en la lectura, busca que el texto imprima, quizás saque algo de su mente, o enriquezca esos 21 grs que llamamos alma. En ese sentido quien lee es más sincero, más simple en sus intenciones, quien escribe en cambio, manipula, y lo hace utilizando el medio escrito para probar sus posibilidades, sentirse mejor vertiendo lo que tiene adentro o influir en otras personas. Sin embargo hay algo que lo salva de tan egoístas intenciones, el espíritu suicida, el salto al vacío requiere valor para exponer ideas y entrecruzarlas, sean propias o prestadas, con el riesgo de ser incomprendido o comprendido en demasía.


Bueno, ya lo dije, desde hace poco tiempo me gusta escribir. Y me gusta ver como las ideas se entrelazan, a veces mal, a veces mejor, formando un todo. Una creación que de algún modo es un mundo propio que en su proceso de formación puede sanarte, redimirte, hacerte entender, o simplemente lograr que olvidar la realidad que no termina de hacerte sentir cómodo del todo


3 comentarios:

Anónimo dijo...

En cambio yo no paro de leer y solo escribo porque tu escribes... sabes que siempre incitas todos los fragmentos de mi rompecabezas, ese que no ha encontrado varias piezas, pero no sé si al encontrarlas habrá suficiente luz para descubrir que esta diversidad caótica tiene un sentido... si es solo que esos espacios vacios de fragmentos de mi que nunca encuentro pero que andan por ahí, girando en el universo, es lo único que resta para armar por fin y por completo el sentido de esta existencia... No quiero manipular escribiendo, pero no he parado de leer y sí, es por eso, quiero que mi mente sea manipulada, guiada y conducida por rutas nuevas, distintas, lejanas, por horizontes que me llenen de pensamientos diversos, anchos y concurridos, que me aislen de mi misma y me sumergan en lo que realmente soy y me separen de esta absurda realidad...

Por cierto... es insoportable la levedad del ser?

También me encanta Fito; ...la melancolìa de vivir en este mundo y de morir sin una estúpida razón... todos giran y giran

Anónimo dijo...

Qué maravilla de post. Tenía que decírtelo, así, con esta simpleza, porque hay cosas que no es justo callarse.

Besos bacanalescos.

Anónimo dijo...

Me encantó leerte, una maravilla. Gracias!!