¿Porque seguir?
Se preguntan los árboles,
bajo el sol que los borra,
respirando su tiempo sin prisas.
Y en su duda los acunan
almas de siempre,
entre cortezas, hojas y tierras,
susurrándoles su lenguaje de siglos.
Caen los cielos,
se calcinan los suelos,
y el verde es un trémulo fantasma entre
las briznas que se apagan.
Y se duermen los árboles,
sobre el suelo seco,
y la hierba cae doblada
hacia el centro del todo.
En ese retiro lento de siglos,
se escabullen pisadas,
el juego y la risa de una niña,
que recoge una flor y acaricia un perro.
En ese callar de arcilla,
está esa alma
que nos espera, nos abraza,
y nos consuela en silencio,
en este vivir de espinos,
en este despedir de girasoles.