Cristina Bustamante, la hija del portero del edificio donde vivía Emilio del Guercio, fue el primer amor de Luis Alberto Spinetta, cuando ambos integraban el grupo Almendra. Y él le hizo una canción, de esas grandes, monumentales, la que tuvo por ocurrencia cantar en público por primera vez, un día de domingo en el teatro Coliseo, luego de una discusión que tuvo con Cristina. Spinetta cantaba, y ella, aún molesta con él, y con la entereza que hace que las mujeres sean el sexo fuerte, simplemente decidió irse caminando por el pasillo hasta dejar el recinto.
Después de eso siguieron juntos un rato, pero la relación se fue deteriorando poco a poco, siguiendo al pie de la letra esa frase que dice que el amor dura lo que dura, y haciendo realidad el final de la canción Blues de Cris: Sus ojos al final olvidaré. Y como todo recuerdo, quedó lo vivido atrapado en la memoria, y para nosotros, la letra de una canción que habla de una mujer, pero también trata del deseo de atrapar cada momento, luchando por vencer la fragilidad de lo que vivimos día a día.
Muchacha ojos de papel,
adonde vas? Quédate hasta el alba.
Muchacha pequeños pies,
no corras más. Quédate hasta el alba.
Sueña un sueño despacito entre mis manos
hasta que por la ventana suba el sol.
Muchacha piel de rayón,
no corras más. Tu tiempo es hoy.
Y no hables más, muchacha
corazón de tiza.
Cuando todo duerma
te robare un color.
Muchacha voz de gorrión,
adonde vas? Quédate hasta el da.
Muchacha pechos de miel,
no corras más. Quedate hasta el da.
Duerme un poco y yo entretanto construir
un castillo con tu vientre hasta que el sol,
muchacha, te haga reir
hasta llorar, hasta llorar.
Y no hables más, muchacha
corazón de tiza.
Cuando todo duerma
te robare un color.
adonde vas? Quédate hasta el alba.
Muchacha pequeños pies,
no corras más. Quédate hasta el alba.
Sueña un sueño despacito entre mis manos
hasta que por la ventana suba el sol.
Muchacha piel de rayón,
no corras más. Tu tiempo es hoy.
Y no hables más, muchacha
corazón de tiza.
Cuando todo duerma
te robare un color.
Muchacha voz de gorrión,
adonde vas? Quédate hasta el da.
Muchacha pechos de miel,
no corras más. Quedate hasta el da.
Duerme un poco y yo entretanto construir
un castillo con tu vientre hasta que el sol,
muchacha, te haga reir
hasta llorar, hasta llorar.
Y no hables más, muchacha
corazón de tiza.
Cuando todo duerma
te robare un color.
Powered by Castpost