domingo, febrero 10, 2008

Inti

Se nos viene la noche mujer,

Y tu piel clara parece enmarcada por la oscuridad que llega,
fulgurando contra el trasfondo terso del mar cubierto por tinieblas.

Despunta la noche,
ese espacio en que sólo nosotros estamos,
y entre tu pelo azabache se inflama el rojo,
pincelado como leño abrazado al fuego,
con la impronta de tus labios cálidos,
mordidos,
pintados de carmín,
encendidos por la tibieza de tu cuerpo contra el mío.

Se nos viene el día mujer,

Y pareces acunada por la aurora que nace entre nosotros,
con la paz de tu alma de cristal,
frágil,
como pende de la brizna el rocío,
reposando,
abrazada a mí,
y a la eterna inmensidad de tu atlántica espera.