domingo, noviembre 24, 2019

Es, somos



Es la mañana de un domingo,
uno cualquiera,
tapizado de proclamas,
de declaraciones fuertes como las olas,
de sueños libres y odios flamígeros.

Es el caminar por las alamedas,
de hombres y mujeres libres,
tristes y preocupados,
por aquello que viene y no llega,
por lo que llegó y no se va.

Es la rabia empuñando una bandera,
la sonrisa indeleble de los niños,
el susto del inmigrante,
la alegría de los perros y
la incredulidad de quien nada ha perdido pues nunca ha tenido nada.

Es la patria en mis zapatos,
el país de mis afectos,
nuestro campo de flores bordado,
las calles lacrimógenas, las piedras y los rayados.

Es la fatalidad que se asoma,
tantas tumbas de tanto muerto en vida.


Soy yo y mi soliloquio,
los de aquí, los de allá y los de ninguna o de todas las partes.


Soy yo incompleto y somos cada cual,
intentando ser todos.

viernes, noviembre 08, 2019

Pequeña Carta a Fernanda



Te cuento, chiquita, que hoy es viernes 8 y ya son ocho meses,
y el tiempo desgarra, acelera y va lento, dependiendo del día,
de las horas, de la noche,
y de la angustia que se mete y no suelta.

Te cuento que buscamos pájaros,
para verte entre ellos, libre,
como si nos miraras entre las hojas,
de los árboles que van quedando,
en este mundo que se va achicando,
día a día, marcha a marcha.

Hoy soplaba fuerte el viento en el Atlántico,
parecías llenar de ti la playa desolada,
y estabas en los prados,
en Güemes, en Alberti,
caminabas por la cuadrícula de la ciudad,
para luego esconderte y hacer resonar en nosotros tu partida.

Estás y no estás, siempre.
Eres el espacio que nos arrancaron,
el que falta irremediable.

No se como quererte, tampoco como olvidarte,
ni el color de tus ojos o el de tus sueños.
No conocí el sonido de tu voz o tus palabras,
para recordar cuando la vida duele y mancha.

Tu misma eres lo que me quedó de ti,
tus 37 semanas,
la alegría de tu madre,
tus vestidos y juguetes,
y esa esperanza dulce, tan querible y terrible,

la que te mira y te trae día a día para tomar tu mano sin poder tocarte,
paso a paso,
desde ya hace ocho meses.