jueves, diciembre 31, 2009

23:49

Pareciera que las gaviotas, mientras vuelan en la noche, también están unidas por la misma electricidad que inunda. Todo comulga, el ansia por quemar lo que queda del año va de la mano con las intenciones para que el siguiente sea mejor.

Todo se trata de círculos, grandes fines, mejores comienzos. Y para cerrar el ciclo marcaremos el hito a fuego, haciendo que el cielo arda.

Olvidaremos la negociación de lo que quedó atrás y de aquello que elegimos quedara en nosotros oscureciendo la luna para olvidarnos del tiempo. Todo será un paréntesis, desconectarse y simplemente dejarnos llevar por el estallido que debe acompañar un nuevo comienzo.

Feliz 2010.

Para G., mi recuerdo, donde sea que estés.