martes, enero 24, 2006

Ella


Ella tiene la mirada del cielo,
abarca el mundo entero,
mientras en sus ojos brillan constelaciones.

Tiene el poder del tiempo,
y congela su fluir mientras sonríe.

El sol,
un viaje,
365 pájaros celestes,
todo en su cara mientras la brisa entrecruza su cabello.

Su silencio trae la ausencia,
el desapego y la inquietud de no verla más.

Su alegría plena, telúrica,
esbozo cierto de la felicidad,
es barandal eterno,
escala al cosmos,
refugio de una quimera,
probabilidad cierta de la improbable plenitud.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No sé si estas làgrimas brotan porque tu verdad es tan esencial y auténtica que sublima esa parte de mi ser que no puede traducir con pensamientos el infinito misterio de ser testigo de enigmas que vivimos profundamente y que aun no entendemos, como el amor. Es realmente hermoso lo que has creado Mauro.