sábado, enero 28, 2006

Adiós


Foto: David Martins


Ahora si que sí. Tras varios tiras y aflojas, por fin me largo.

¿Donde?, lejos, a una isla. Pero no solo lejos por la distancia, sino también por costumbres, forma de vida, y por la ruptura con la monotonía diaria.

¿Que es lo más importante de un viaje?, ¿el llegar? o ¿el viaje en sí mismo?. Solía pensar que el viaje en sí. Pero cada vez más creo que no se puede descartar a la oculta y misteriosa opción 3, es decir, el regreso, pues entonces puedes cargar con lo que aprendiste en la travesía.

En este caso, más que nunca el cambio involucrará también lo que encuentre a mi llegada. Al parecer cuando viajamos creemos que sólo nosotros emprendemos un camino, pero en verdad sólo dejamos de transitar una vía más menos en común, para tomar un desvío generalmente más pedregoso. El resto de tu antiguo mundo continúa, dolorosamente, más menos como si nada, pues nadie es en verdad completamente imprescindible.

¿Que queda entonces?, el recuerdo en quienes te estiman, recuerdos que no queremos borrar, pero que en ocasiones lo pueden borrar a uno. El viajar, simplemente, si nos quedamos quietos nos morimos.

Hasta la próxima, por marzo más o menos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me gusta leer cosas de ese mauro que todavía no conocía, como si fuera un secreto todo lo que no hubieras escrito antes de que yo te conociera. Me gusta tu patria dulce en estas noches ardientes de luna anaranjada y concreta.
Besos.

lau