sábado, abril 28, 2007

Errazuriz

Foto: Alberto Montero

Hace frío, ya es invierno en verdad, aunque el calendario se niegue a reconocerlo.

Y caminando por la vereda, esa junto al mar, esa con ríos de gente sin nombre expulsada de los locales obligados a cerrar, me doy cuenta que me gusta transitar contigo especialmente a esta hora. Es que a ratos, especialmente después de una buena salida, pareces adornada por la espontaneidad que te entregan algunos tragos de más, el enésimo cigarro fumado, la mezcla ininteliglible de música, charlas inconexas, miradas y caricias fugaces que consumimos por varias horas en algún sitio de nombre difuso.

Pareciera que estos episodios, ocasiones que inexorablemente se hacen cada vez más a lo lejos, gatillan la complicidad, la mejor conexión, esa tan difícil de definir siempre. Lo que sucede es que quizás lo nuestro no sea ni más ni menos eso, una sucesión porfiada de encuentros geniales en la que se intercala un mar de realidades empeñado en ahogar nuestros buenos momentos y promesas.

Pero que importa en verdad todo lo anterior, sabes bien que no son más que letras, frases extraña y misteriosamente ensambladas por una noche sin dormir, tal vez alentadas por el alcohol, o por esa sonrisa indescifrable e indescriptible que creas con toda la naturalidad del mundo cuando transitamos difícilmente equilibrados por alguna calle gris. Al fin y al cabo, quizás las palabras puedan crear un mundo, una circunstancia de bolsillo nueva para releer en algún momento de soledad profunda, pero bien sabes que nada, nada es más real que el estar aquí y ahora juntos, caminando por la vereda, esa junto al mar, esa con ríos de gente sin nombre expulsada de los locales obligados a cerrar.

18 comentarios:

Laura Escuela dijo...

No hay nada como las realidades que construimos a retazos, en momentos como éstos, y no es REALIDAD lo de afuera, no es el paseo por la vereda, ni los restos del bar en la sangre, ni tan siquiera el frío, no es nada más que dos personas transitando el difícil equilibrio de la vida y de las relaciones.
Un fuerte abrazo, Mauro. Siempre un placer leerte.
Siempre

Polvorilla dijo...

Quien no conoce nada, no ama nada. Quien no puede hacer nada, no comprende nada. Quien nada comprende, nada vale. Pero quien comprende también ama, observa, ve… Cuanto mayor es el conocimiento inherente a una cosa, más grande es el amor… Quien cree que todas las frutas maduran al mismo tiempo que las frutillas nada sabe acerca de las uvas.
PARACELSO.

Un besote y un abrazo amigo mío.
Felicidades, me ha encantado tu blog.

*AntagoniSta* dijo...

Tiempo de no pasar por esta Dulce Patria, tan dulce...y me fascinó la idea de leerlo acompañado en una caminata tan plena, por esas veredas que marcan huellas en el alma.

Le dejo un abrazo enorme, y un beso con acento cordobés =)

Valeria dijo...

Una buena complicidad en noche de copas. Nada más real.
Un saludo, Mauro

UMA dijo...

Y claro que ella dirà con la mirada y las manos y la piel, que de veras no importa nada, solo ese aquì y ahora, que les anuda el alma.
Bello, Mauro, muy bello
Un abrazo

Anónimo dijo...

Que bien lo has descrito Mauro, me has leído el pensamiento, yo no lo hubiera podido hacer.
Un beso

Anónimo dijo...

Sin darme cuenta, he entrado a visitarte con un tango de fondo. No sabes cómo le va a tus letras.

Besos orgiásticos.

Mauro dijo...

LAU: La realidad toda no es más que un tránsito..tú lo dices mejor

Que abrazo me has dado...casi me dejaste sin aire..
Gracias, besotes.

POLVORILLA: Gracias por la visita, seria imperdonable no saber tb. de las uvas...con lo que me gustan,

Besos de vuelta, estás en tu casa.

ANTAGONISTA: ¿Te gusta caminar también?,¿devorar aceras paso a paso?.

Besos chilenoacentuados.

Mauro dijo...

¿Cierto VALERIA?. Muchas gracias por visitarme y comentar,

Cariños.

UMA, que bien la interpretaste, al relato le faltaba su media naranja.

Besos, te agradezco la visita.

CALMA: Que bueno saludarte por acá.

Gracias por comentar, dos besos.

PS. ¿Lector de pensamientos?...vaya
:)

ELLA: Como tantas veces antes, un gusto verte por aquí nuevamente. No sabía te gustaba el tango, pero creo que lo suponía.

Seguiré tus pasos, y al ritmo arrabalero, del bandoneón, e incluso quizás de una insolencia genial de gotan project, repasaré las letras otra vez.

Besos.

ninguno dijo...

Es maravilloso caminar lo dos quiza asi encontramos en nuestros propio paso el verdadero significdo de la existencia. Juntos.
MMMM.. te debi uhn visita hce mucho.. pero aqui estoy llenandote de abrazos luneros.
www.adrenaluna.blogspot.com

*AntagoniSta* dijo...

sin dudas, caminar con quien pueda decodificar mis pasos, prefiriendo que las aceras devoren mi aroma al pasar, y dejando en ellas mis huellas para no desviar el camino en caso de querer regresar...

pero que mágicos besos, esos chilenoacentuados!, una maravilla!

Ahi le dejo, tres besos con el acento que usted ya sabe.

Fran dijo...

Hoy pienso: las palabras no valen nada. Prefiero esa realidad que tan bien describes, esa que huele a cigarro y a noche.
1 abrazo

Mauro dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mauro dijo...

ANTAGONISTA: Descifrar el código que envuelve cada paso es una tarea ardua, por lo mismo de lo más estimulante.

Tres besos, una cifra mágica, acentuada por un enjambre de letras lanzadas al vuelo.

Tres para tí también, Córdoba.

FRAN: Esta noche digo: sí, las palabras no valen nada, son sólo parte de aquellas cosas perfectamente inútiles, por lo mismo, de las que más me gustan.

Entre una realidad pasada a cigarro-noche-desvelo, y una ensalada de frases, me quedo con una noche de aquellas, sazonada al fuego de las palabras, consumida al ritmo de la complicidad, y adornada con la siempre necesaria y querible pizca de locura.

7 abrazos, 2 besos 3/4.

Cecilia - Titi dijo...

Una verdadera declaración, hermoso Mauro, muy de adentro.....es decir mucho, en pocas palabras "una sucesión porfiada de encuentros geniales"

La realidad es esa....y no hay tristeza ni melancolia solo un momento de estar grato y feliz en compañia.

Un abrazo,
Titi

Gonzalo Villar Bordones dijo...

la calle suele ser un lugar de "otros".

Soledad dijo...

Creo que ha sido lo más hermoso que te he leído. No sé si lo más hermoso, pero me encantó. Lo leí una y otra vez: las descripciones, los ambientes, los detalles, la complicidad, las emociones, todo preciso para imaginárselo justo como ocurrió... si es que ocurrió (a veces es mejor escribir que sólo soñar las cosas... a mí me pasa).

Yo también he sido una ingrata.
Te dejo un abrazo,
Sole.

Mauro dijo...

TITI: Gracias por tu comentario, no hay algún momentos, ese paréntesis frágil que se nos graba en la memoria.

GONZALO: Gracias por pasar y comentar.

SOLE: También me pasa. Muchos también ¿no? :)

Gracias por tus palabras, y como no, un abrazo de vuelta.

Besos.