sábado, abril 29, 2006

Nostalgia



Siento un vacío en el pecho.

Como si hubiese llegado el momento de perder algo, pese a que aún no pierdo nada. Es el cosquilleo de la anticipación, la premura del tiempo que quisiera aferrar para que no pase.

Llega sin aviso alguno,
con la rapidez de un grito,
la sorpresa de una caída.

Tiene la inminencia del trueno,
y escrita en su frente, la sombra de lo inevitable.

Se introduce en el pecho y anuda la garganta,
mientras comienza y se va el día,
masticando momentos,
acumulando recuerdos.

llevando a las entrañas,
el fuego del recuerdo,
la luz de la memoria,el sabor de estar, sin estar nunca más.

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