domingo, julio 12, 2009

Silencio

Al terminar los tragos, la oscuridad parece el rastrojo miserable al fondo de la botella que separa tus ojos de los mios.

Entonces, enmudeces libérrima y la noche se desmorona y gira, disolviendo la realidad en ese charco donde chapotea el irrefrenable e incierto devenir, ahogando todas las preguntas, razones y reflexiones, para quedar sólo ambos, dos sombras unidas por un silencio tejido entre sus bocas.

Calla, parece decir la noche.

Calla y sólo quémame, con el restallido de tus labios tibios y el látigo frio de tus dedos, pues se que no podré alcanzarte con mi palabra desbocada y herida.

Calla y sólo quémame, mientras reclamamos nuestra patria bañada en plata, aferrando los sentimientos antes que al amanecer blanqueen sus huesos calcinados.

Entonces, cuando enmudeces libérrima y la noche se desmorona y gira, germinas en ese surco con que nuestros cuerpos desgarran sus horas, te detienes entre mis manos, y nuestros silencios se alcanzan, para perderse al unísono en el canto embriagado de este cielo negro y derribado.

5 comentarios:

ydaledali dijo...

El silencio que se teje entre dos... dibuja la noche... la piel y las manos son palabras que surcan los cuerpos...

Un abrazote de osa ( no son tan fuertes como los de oso, pero no aprisionan dejan espacio para mirar a los ojos)

... dijo...

hay silencios y silencios...este es uno bueno, repleto de no silencios, de aquellos sonidos que terminan en otro lenguaje..íntimo y cálido

lindo

cariños

La paciente nº 24 dijo...

Entonces quémame el pasado al mismo tiempo que los límites.

virginia dijo...

"patria bañada en plata"..."noche desmorona"..."desbocada y herida"..."quémame"...Bonito relato silente y bienentendido, decadente y desgarrado.

besos

AnaR dijo...

Cuanta intensidad enmarcan estos silencios, repletos de...elocuencia.

Un abrazo