jueves, mayo 14, 2009

Parra

Ese día se levantó hartada de incertezas. Se acercó a la ventana y miró hacia el cerro divisando paisajes, sombras y soles imaginarios. Y cuando su ojo exploró la oquedad que dibuja el horizonte, no pudo dejar de recordar imaginarios afectos junto relaciones y voces imaginarias.

Entonces, sintiéndose hartada de esa carencia de realidad con que había pegoteado sus días desde hace tanto tiempo, empuñó sus manos apretando las uñas contra sus palmas y lanzó un alarido desgarrado. El alarido bajó desmoronándose hecho alud, atravesó paisajes y cenizas de bosques quemados, deshojó claveles, removió sombras tendidas y pinos hachados. Se contorneó siguiendo cordilleras, para rozar el margen de las olas y virar brusco para dispararse al cielo, abriéndose y multiplicándose henchido de lluvias, ávido de nubes y del susurrar del viento entre las plumas de las gaviotas. Enarbolado cual pabellón, se desmembró una y otra vez en su frenesí infinito para doblarse contra sí mismo y volver a crecer omnipresente entre serranías y pueblos marchitos.

Cuando creyó que sus párpados estaban pegados y que nunca más podría abrir sus manos, sintió de pronto sus greñas sobre la frente, sus pies descalzos contra la cerámica, y entonces, simplemente descansó. Y el alarido se desprendió para siempre de su boca, cortándose el hilo que lo encumbraba para apagarse irrevocable.
Entonces, volvió a abrir los ojos y se dió cuenta que había vaciado la angustia que se anidaba en su pecho.

Entonces, su dolor dejó de ser real y empezó, al fin, a ser imaginario.

Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario.
(N. Parra)

6 comentarios:

Laura Escuela dijo...

Jamás un alarido tuvo tanta repercusión...
Ojalá fuera tan fácil que el dolor real pase a imaginario...
aunque tal vez lo sea.

bueno, un beso.

bajamar dijo...

lo he leido varias veces, me cuesta un poco abstraerme, despojarlo de mis propias cavilaciones al respecto...su soledad, imaginaria o no, imaginaria si,a la hora de un exceso de realidad tal vez, fue una mala consejera...quién sabe, nadie sabe en realidad...y es triste...inconciliable su imagen con justo ese momento...faltaban muchos acordes, muchas palabras, muchos punteos...

imaginario nada...no sé, hay tantas formas de verlo

cariños

mixtu dijo...

as dolores...
se sente...
llora...
o son imaginarias...

dolores que lavan la alma...
vuelver a palpitar...

abrazo europeo

Laura Escuela dijo...

mau, me he cambiado de sitio:

http://adondelsurnollega.blogspot.com

Sol dijo...

Los amores imaginarios, los dolores imaginarios, las vidas imaginarias... me gustó tu relato.

Saludos.

BELMAR dijo...

bellas
letras