miércoles, diciembre 12, 2007

Verde

La muralla amarilla, imperfecta, luce horadada por la interrupción que le regala una ventana. En ella, en su fondo enmarcado por cuatro aristas, chapotean las distintas versiones con que puede componerse el verde, confabuladas para interrumpir su superficie fría, como al paso un tropiezo.

Y es esa ventana la que simplemente saca, transportando, siempre a una realidad que no es la dibujada por el aquí, el ahora o la monotonía, a una impregnada de olor a brizna cortada, del aroma que exuda la tierra, con el telón que regala la atmósfera saturada de la luz luego de rebotar en las olas con insistencia.

Borrar dicha muralla, traspasarla, derrumbando el muro que constriñe de amarillo aquel paisaje en verde, sería disolverme en tu boca mientras musitas mi nombre, dar sentido a las palabras, ahora simple aire exhalado e inhalado en un juego sin cesar. Y en la arena este verano, cargando calor en cada grano para disiparlo entre los dedos, con la finitud de una huella borrada por la espumosa resaca penetrando la orilla, alguna jornada tal vez adquiera sentido, para así volver, y caminar tranquilo sobre algún monte, sembrado de simple y todo, todo verde.

Verde que te quiero verde.
Verde viento verde rama.

17 comentarios:

Marce dijo...

ya sé que el contexto te pertenece, pero te leo y logro hacerlo bajo mis "sentidos", entonces se me aparece el mar,la ventana, los aromas, la pasión, la vida latiendo en cada rincón de Stgo o de la V región.
Vaya conexiones, Mauro
Un abrazote

Sol dijo...

Lorca... :)

Mauro dijo...

Hablas mucho de mar ultimamente MARCE, pareciera que el océano te llama incesante.

Abrazos, y salud por eso.

SOL: Más Mauro que Lorca, pero Lorca al fin y al cabo (literalmente)...:)

Cecilia - Titi dijo...

Bello, profundo...pero no sé por qué lo leo como atrapado tras la venta, con tanta vida, pero encerrado...
Un abrazo Mauro,
Titi

Anónimo dijo...

Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas.

Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.

--Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los puertos de Cabra.
--Si yo pudiera, mocito,
este trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
--Compadre, quiero morir,
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
--Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
--Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
¡dejadme subir!, dejadme
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.

Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal
herían la madrugada.

Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
--¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está tu niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!

Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche se puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.

Federico García Lorca

Besis

Mauro dijo...

TITI: Es sólo la ventana que te permite asomarte y ver más allá. Cariños, y gracis por comentar.

VIRGINIA:

---
En ese instante indeciso
de las hembras despeinadas,
en ese instante en que el grillo
cava la mina del alba,
García Torea, en el suelo,
con una flor colorada
condecorándole el pecho,
quedó sin canto y sin habla.
¡Cómo temblaban los montes
de España!

Cuando enmudeció su lengua
no doblaron las campanas.
Nadie le trajo una rosa,
ni un verso, ni una guitarra.
Apenas el chisperío
de una estrella deshojada.
Apenas la visión última
de la cal de las murallas ...
¡Cómo crujían los huesos
de España!

Muerto se quedó en la tierra,
tronchado por cinco balas.
Este año no darán frutos
los naranjos de Granada.
Este año no habrá claveles
en las rejas sevillanas.
El río Guadalquivir
llevará sangre en sus aguas.
¡Cómo llorará su espíritu
en las guitarras de España!

Oscar Castro.

Besotes :)

Polvorilla dijo...

Mi querido Mauro, esta ventana que nos permite profundizar en nosotros mismos mirando un espacio concreto, que momentos mas bellos y plácidos, son únicos para alimentar el alma.
Te deseo una muy feliz Navidad para ti y los tuyos, así mismo para todos los amigos que te acompañan en el bloc.

Un millón de besos cálidos y dulces; administralos que van escasos.

LAURA dijo...

AHORA SI MAURO, SOY YO, SABES QUE ME ENCANTAN TUS ESCRITOS Y TUS METAFORAS, TIENES UN ESTILO MUY DISTINGUIDO.TE SIGO.BESOS.

Cecilia - Titi dijo...

Pasaba a saludar, se te extraña.
Cariños grandes,
Titi

Anónimo dijo...

sabes mau? siento como si hubieras pintado este post. todito él.

besos verdosos

lau

cieloazzul dijo...

ufff me he encontrado sumergida en esa descripción exacta que haces, casi pude delinear con mis ojos esa muralla...
Excelente!!
besos y abrazos!
felices fiestas:)

ydaledali dijo...

Disculpas por las ausencias, las por descuido y las intencionales. Sé que hace un calor tremendo, pero no puedo obviar el dejarte un abrazo de oso, cargado de buenas vibras y buenos deseos... me debes el mío y vendré cobrarlo luego...

Un beso

Misósofos dijo...

Percibo cierta actividad literaria exacerbada estas navidades.
Será esa soledad que se siente tanto cuando se está solo como en compañía.

Mauro dijo...

POLVORILLA: Mil gracias, saludos de lejos, pero muy cercanos y Feliz navidad.

Prometo practicar las últimas técnicas de Gestión y Management para administrar tan escaso bien.

LAURA: Gracias por comentar y dejar tus letras, saludos navideños, que la pases muy bien.

TITI: Gracias por la visita. Sí, estoy un poco alejado del blog, pero soy reinicidente. Saludos, que estés bien.

LAU: Entero, con pincel y acrilico.
Besos rojos.

Mauro dijo...

CIELOAZUL: Felices fiestas para ti también. Gracias por la visita.

Saludos.

YDALEDALI: Disculpas aceptadas. Como dicen por ahí, De la ausencia y de tí.

El abrazo de oso es bienvenido como siempre, apretado y caluroso, mejor aún.

Besos, y feliz navidad.

MISÓSOFOS: Depende la compañía, creo yo. Hay soledades que se arrancan como los segundos si estás bien acompañado.

Y si la soledad sirviera para escribir mejor..pues, que viva la sole!!.

Saludos, gracias por comentar.

Unknown dijo...

Siempre logras afinar mi imaginacion con tus relatos que me transportan a hermosos paisajes! Un placer.

Mauro dijo...

EDIPO/DE/TEBAS: Gracias por pasar a saludar, la patria es de todos y para todos.

Que estes bien.