miércoles, julio 19, 2006

Flores rotas

Foto: Catarina Rosa

Todo comienzó con una carta. Con ese objeto antiguo, anacrónico, artefacto que antaño traía las noticias a un ritmo pausado, uno que te permitía digerir tranquilo tanto el texto escrito, como aquel oculto entre líneas.

Y la carta, anónima, y rosada por cierto, traía una noticia, el protagonista, el mismísimo Bill Murray era padre desde hace 20 años. Él, Don Juan impávido y solterón, campeón cincuentón y amante de muchas mujeres en su vida, decide lanzarse al mundo para averiguar cuál es la madre, visitando para ello a cuatro ex parejas.

En la película hay mucha incomodidad, desapego, desadaptación de alguien al parecer incapaz de comprometerse y darle un sentido de continuidad trascendente a su vida. La cinta transpira ruptura y sentido de inutilidad, el desperdicio de escarbar en el pasado para encontrar respuestas, pues mientras más cavas en el pozo del recuerdo, más vas concluyendo que el ejercicio es ocioso.

Y así le sucede, a medida que re-conoce a cada ex, el reecuentro es más frío, más mudo, más triste. Con la primera termina compartiendo la cama, a la última la visita en su tumba, depositando en ella su respectivo ramo de rosas. Lo verdaderamente roto en la historia es la sistemática y angustiante pérdida de afectos, la imposibilidad de salvar una relación, tal cual Murray no es capaz de decirle a su última pareja que se quede con él, tal cual no puede impedir que su vida naufrague en la más impavida y pasmada de las soledades.

2 comentarios:

Marce dijo...

Me quedé por acá.
Tb. comenté esta película en su momento, y precisamente porque fue el personaje de Don el que me conmovió en su soledad, desapego e incapacidad para expresar sus emociones y sentimientos.
Le di mil vueltas a esta posibilidad de volver atrás y comprobar, cual experimento, qué recuerdo guardan de ti las personas que has amado y compartido en algún momento de tu vida...
En este caso, parece que corroboró su soledad.
Me gustó el simbolismo que le entregaste a tu relato. Me encantó la película.
Saludos.

Mauro dijo...

Es grande Bill Murray.

No se, es recurrente el volver atrás, el deseo de saber que pasó, que quedó después de lo que el tiempo se llevó. Un ejercicio inútil en lo concreto, pero necesario para exorcizar, o al menos, satisfacer la curiosidad de saber cual fue la marca que dejamos en quienes alguna vez compartimos la vida.

Me falta "Lost in traslation".

Gracias por la visita.
Que estes bien.