lunes, julio 03, 2006

Desde acá

Te llamo,

desde el fondo del crespúsculo,
con alma de monte y espíritu de alba.

Te llamo con el trinar de mil pájaros de agua y mil peces de fuego,
con la fuerza del sol y con la paz de la mañana.

Te llamo como el invierno al calor,
como la noche llama al dia,
te llamo desde las esferas celestes y las entrañas de la tierra,
con la pasión de la noche y la ternura del domingo,

te llamo desde siempre, por siempre y para siempre,
te llamo como en el pecho pulsa el latido,
con paz de amanecer y bullicio de mediodía.

Con las olas de Colmuyao, la sal de Budi y la arena de Galinhas.
Con la inminencia de una copa que cae.

Te llamo simplemente desde el recóndito camino y desde el centro de la blanca estela.
Para que estes conmigo, para estar juntos,


Para poder al fin dejar de llamarte.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

... te busco.
Te espero.
Te quiero.

Confieso.
Contesto?

Resultará.

Anónimo dijo...

Cuando llamas eres el planeta Tierra gritándome que nazca desde sus raíces hasta sus satélites. Pero ya nací en otra parte.