Y tu nombre se hace tumulto,
tomando la alegría y la rabia como bandera.
Se conjugan tus letras,
se cimbran la calles,
se arrebolan los cielos,
cuando paso a paso dices Mujer.
Y mi niña duerme plácida,
junto a sus animales de papel,
cuando intentamos asirla,
adivinando sus ojos,
en un rezo de cariño inmenso.
Y tu nombre,
Fernanda,
se hace una paz,que se nombra, se palpa y se honra,
hasta que no seamos más que otro sueño
que el viento haya liberado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario