domingo, mayo 30, 2010

Otoño

Foto: 231m

Llueve, y la ciudad es el crepitar de una hoguera sumergida entre grillos. Como si el día se rasgara en el trance de un sueño sonámbulo.

El cielo cede a la tierra, nosotros cedemos a él.
El mar es un remolino de malezas azules, la tierra calla penitente.

La mañana cae bajo el velo que la cubre. Como si el tiempo se hubiese marchado, y una figura muda ahogara sus lágrimas.

3 comentarios:

 Mayte dijo...

Y quedamos silentes ante la naturaleza que clama vida propia, ante la nuestra.

Biko, siempre.

virginia dijo...

A colación de la lluvia: "Temporalidad y relojes", que escribí hace un tiempo:

"Llueve, y las calles bajan con agua como ríos nocturnos, y son gotas en un trampolín, y dan saltos y gritan, y se tiran agua unas a otras y vuelven a mojarse, y todo es un círculo nocturno y bello. La ciudad se inunda, los coches gritan claxon, y es tan natural perder ahí la noción del tiempo de los relojes que se llevan en pulsera, y entrar así en otra dimensión. Suena jazz y lluvia, y hay manta, y mis manos se interponen a esos relojes colgados de las paredes, y hay una luz suave para poder charlar bajito, y beber té mientras estudias por qué existen los relojes, mientras me cuentas al oído los secretos de la piel. "

Besos

Arya dijo...

Gran frase "El cielo cede a la tierra, nosotros cedemos a él.".. habla de tu vision por si sola. Mas esa imagen de otogno.... ademas de la bella fotografia.

Un gusto leerte siempre... :)