jueves, septiembre 03, 2009

Alud

Estas letras están empapadas de lluvia, un aguacero imparable acompaña cada trazo, liberando el barrial que las sepultará con su mano fría. Tapas grises esconden el bramido del río, y una pantalla en blanco amortaja el desgarro de los bosques partidos.

Esta patria enhebrada por signos está fundada al borde de todo. Una cruz fue a caer en el sitio donde la parió el océano mientras devoraba cimientos y pilares, encauzando su torrente con una huella de encías ahogadas.

Todo se imbrinca entre el devenir del eco de quienes nos faltan, la humedad mancha los pumas hambrientos, la hiedra abraza a la piedra y el pulso húmedo late bajo los litres, alerces y el coigue que nace desde el cielo derramado. En esta tierra, estas letras y esta patria no son más que la pistola humeante junto al sueño de todos los muertos, el salto suicida a una tumba orlada por cardenales, la mancha raída en la hierba que perdonó el viento.

El sur, la lluvia, el monte y el alud.
El descanso en paz del beso frío que nos pierde para siempre.

4 comentarios:

MRB dijo...

Cuanto tiempo he pasado sin leerte, pero vuelvo a sentir tu pasión al escribir.

Un beso.

Laura Escuela dijo...

contundente mau
hermoso

La paciente nº 24 dijo...

Noté la lluvia, me ha empañado los ojos, me ha mojado el aliento...

Anónimo dijo...

bello! GG