Estamos y somos de aquí,
de esta avenida que trae y nunca lleva,
de la ciudad vestida de harapos,
entre el estrépito de la noche que cae,
el centelleo eléctrico,
y el gramaje tendido de nuestro silencio.
Así te encuentro,
con una sonrisa llagada
y un manto de luces tan raído como una espera.
La noche deriva como la brisa entre gaviotas,
el rumor de cuatro pasos
se confunde entre el zumbido del mar invisible.
Pronto la mañana empieza a deshojarse al viento,
y somos una vez más dos extraños,
dos presencias mudas en esta avenida que trae y nunca lleva.
*Para andresino y a los genes que deja *
La esquinas parecen
ensoñaciones de náufragos
que devoran los cactus por su agua.
...
Hace 2 meses.
4 comentarios:
Presencias mudas de sonrisas y belleza.
Bikiños.
No sé por qué me dá sensación de abandono, de desolación, de decadencia, tu poema me trae imágenes de paisajes desolados y solitarios, siempre solitarios, me gusta mucho cómo lo cuentas, me gusta mucho lo de somos una vez más dos extraños, dos presencias mudas,
besos
-virginia-
es bellísimo, Mau, dolorosamente bello, con una sensación de realismo brutal.
Me ha encantado.
Un abrazo enorme
Blanco.. tan todo, tan nada. La noche que se hace dia..la "avenida que trae y nunca lleva".
Muy sentido y bello.
Besos d regreso : )
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