¿Y que si quemamos recuerdos, pisadas y huellas?.
Si sólo arrasamos el camino recorrido,
como ovejas hambrientas que devoran cada brizna del monte,
sistemáticas compañeras apacentadas de sueños inconclusos y realidades conclusas.
¿Y que si simplemente destruimos la memoria?,
sorbiendo a cambio sólo del presente,
vaso de vidrio opaco, de bar de puerto,
vaso manchado por mil dedos, ilusiones y desilusiones,
inmune, insensible a una mirada más larga que el brazo que lo alza.
¿Que pasa si arrojamos al mar cada vieja palabra e idea desgastada?.
Caminar a ciegas, quemando el cigarro que ahoga tu pecho.
Avanzar sin parar, sin transar.
Destruir cada instante.
Ignorar cada búsqueda.
Confrontar la impenetrable incerteza sólo a cada paso,
la más improbable, imposible,
la más muda de todas,
la de estar, la de ser,
la de vivir.
*Para andresino y a los genes que deja *
La esquinas parecen
ensoñaciones de náufragos
que devoran los cactus por su agua.
...
Hace 2 meses.
2 comentarios:
no podría desligarme de mi memoria, me prohibo olvidar, no puedo dejar de unir cada camino andado aún con tropiezos, caídas y respectivas sillas al costado.
No, no podría,
no podría dejar de construir mi Historia.
Hola marce,
¿Ni siquiera la tentación?. Alguna vez lei el manifiesto futurista, de Marinetti, era impulsivo, pero también muy desquiciado, monstruoso incluso, el querer eliminar todo pasado.
Sería extraño, ¿no?, un Alzheimer opcional, una especie de amnesia permanente.
El tiempo es todo un tema.
Saludos.
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